Mayo significó para nosotros una gran celebración: el mes de la Virgen, una gran oportunidad para dedicarle todas nuestras labores a ella, para agradecerle su múltiples favores y para recordar que ella fué la que permitio que nuestra comunidad salesiana saliera adelante a pesar de las dificultades y tropiezos.
Este mes fué una verdadera fiesta, donde evocamos el pasado, donde nació en nuestros corazones la alegría de ser hoy lo que somos gracias a una institución quer con un ambiente acogedor nos ayuda a enfrentarnos al mundo.
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